
1. Carcoma Coleoptera
Las larvas de los escarabajos carcoma se alimentan directamente de la madera, creando túneles internos que debilitan gravemente las estructuras afectadas. Curiosamente, estos insectos pueden vivir en la madera durante años antes de emerger como adultos, pasando desapercibidos hasta que es demasiado tarde. Su detección temprana es clave para prevenir daños mayores, siendo fundamental identificar pequeños orificios circulares y polvo fino en las proximidades.

2. Termitas Subterráneas
Estas termitas requieren de una alta humedad para sobrevivir, construyendo túneles que conectan la madera con suelos húmedos. Lo sorprendente es que sus colonias pueden albergar millones de individuos, capaces de causar daños estructurales en tiempo récord. La prevención pasa por controlar la humedad del terreno, realizar revisiones periódicas y mantener una ventilación adecuada que reduzca las condiciones propicias para su proliferación.

3. Termitas de Madera Húmeda
Este tipo de termita coloniza exclusivamente maderas con alto contenido de humedad. Son especialmente interesantes porque, a diferencia de otras termitas, no necesitan contacto con el suelo, obteniendo toda el agua que necesitan directamente de la madera húmeda. Para evitarlas, es fundamental asegurar un adecuado drenaje y reducir cualquier fuente de humedad continua, inspeccionando especialmente zonas como baños, cocinas o áreas cercanas a tuberías.

4. Pececillos de Plata
Aunque los pececillos de plata no causan daños directos a la madera estructural, su presencia es un indicador claro de graves problemas de humedad. Lo llamativo de estos insectos es su extrema resistencia, siendo capaces de sobrevivir meses sin alimentarse y adaptándose a casi cualquier ambiente húmedo y oscuro. Para controlarlos, es imprescindible identificar y corregir las fuentes de humedad excesiva y mantener ambientes secos y bien ventilados.

5. Cochinilla de la Humedad
Las cochinillas indican una presencia elevada de humedad, alimentándose de madera ya deteriorada o en descomposición. Sorprendentemente, estos pequeños crustáceos terrestres no solo sobreviven en condiciones extremas de humedad, sino que pueden llegar a vivir varios años en entornos adecuados. Su presencia debe ser considerada una alerta para inspeccionar la integridad de las estructuras de madera y corregir inmediatamente las condiciones de humedad.

6. Hongo de Pudrición Parda
Este hongo descompone la celulosa presente en la madera, dejando un residuo marrón y quebradizo. Una curiosidad alarmante es su capacidad para propagarse rápidamente bajo condiciones adecuadas, afectando grandes áreas estructurales en poco tiempo. Para su prevención, es crucial mantener ambientes secos y realizar tratamientos protectores específicos en zonas vulnerables.

7. Hongo de Pudrición Blanda
Ataca principalmente las capas superficiales de la madera, causando un ablandamiento considerable en presencia de humedad alta. Este hongo es particularmente peligroso porque puede pasar desapercibido inicialmente, atacando discretamente hasta comprometer la resistencia del material. La prevención efectiva incluye la corrección de infiltraciones, reparación inmediata de daños por agua y mejora de la ventilación.

¿Y qué pasa con las polillas?
Contrario a la creencia popular, las polillas no atacan la madera estructural. Esta confusión proviene del uso generalizado del término «polilla» para referirse a insectos lepidópteros que típicamente afectan tejidos naturales como lana, algodón o seda, y alimentos almacenados, pero no madera. Su presencia en una vivienda no representa una amenaza directa para la madera, aunque sí puede indicar otros tipos de problemas relacionados con almacenamiento o condiciones ambientales.
