¡Hola a todos los amigos asturianos de Humesec!
Hoy vamos a hablar de un fenómeno que tiene más tradición que la receta del cachopo: ¡las témporas! Si eres de Asturias, seguro que has oído hablar de ellas. Y si no, ¡prepárate para un viaje al fascinante mundo de la meteorología tradicional!
¿Qué son las témporas?
Las témporas son esos días mágicos en los que nuestros güelos se convierten en meteorólogos y predicen el tiempo de las próximas estaciones. ¿Cómo lo hacen? Observando el clima durante unos días específicos, que se repiten cada año. ¡Sí, lo sé, parece un poco esotérico, pero sigue leyendo!
¿Cómo se calculan las témporas?
Las témporas no son cualquier día al azar. Se calculan de la siguiente manera:
- Témporas de primavera: El miércoles, viernes y sábado de la segunda semana de Cuaresma.
- Témporas de verano: El miércoles, viernes y sábado de la primera semana después de Pentecostés.
- Témporas de otoño: El miércoles, viernes y sábado después del 14 de septiembre (Día de la Exaltación de la Santa Cruz).
- Témporas de invierno: El miércoles, viernes y sábado después del 13 de diciembre (Día de Santa Lucía).
Si te gustan los desafíos, puedes intentar recordarlos sin mirar el calendario.
La ciencia de las témporas (o casi)
Si te gusta mirar al cielo y sentirte un poco druida asturiano, las témporas son tu oportunidad. Hay dos métodos principales para predecir el tiempo según las témporas:
- Basado en el viento: Aquí la idea es sencilla. Observas el viento durante las témporas y ese será el viento predominante de la próxima estación. ¿Viento del sur en las témporas de invierno? Prepárate para un invierno seco. ¿Viento del norte? Saca el paraguas y el abrigo.
- Basado en cada día: Este es más detallado. Cada día de témporas representa un mes de la próxima estación. Si el miércoles de las témporas de verano llueve, el primer mes de verano será lluvioso. Si el viernes es seco, el segundo mes también lo será. ¡Así de simple!
Un Método Popular con Toque de Superstición
Aunque pueda parecer más una superstición que una ciencia, las témporas eran fundamentales para nuestros antepasados. Saber si iba a helar durante la vendimia o si la primavera sería húmeda podía significar la diferencia entre una buena o mala cosecha.
Las témporas, a diferencia de otros métodos como las cabañuelas (observar el clima de las tres primeras semanas de agosto e ir anotando el tiempo que hace cada día), se fijan cada año según el calendario lunar y usan referencias religiosas para facilitar su cálculo. ¡Nada de magia aquí, solo pura tradición y observación!
Puede que no sea el método más científico del mundo, pero tiene su encanto y, sobre todo, mucha historia detrás.
Así que ya sabes, si ves a un paisano mirando al cielo y murmurando sobre el viento del sur, ¡no te asustes! Solo está prediciendo el tiempo como lo han hecho durante siglos.
¡Hasta la próxima!
