Nos gustaría contaros un caso muy particular de humedad que nos ha sorprendido mucho. A pesar de nuestros muchos años de experiencia y de haber lidiado con todo tipo de situaciones, este fue realmente especial. (La fotografía mostrada es genérica, ya que por motivos de privacidad no se puede compartir una imagen real del domicilio).
Imaginaos esta situación: una pareja empieza a notar que la pintura de una de las habitaciones se está agrietando. Al principio, creen que es una de esas cosas inevitables que ocurren con el tiempo. «Nada grave», se dicen. Pero la cosa no mejora, al contrario, ¡va a peor! Las grietas son cada vez más grandes y tienen la sensación de que algo raro está pasando.
Deciden llamar a varios profesionales porque esto ya parece serio. Desafortunadamente, nadie da en el clavo. Las paredes están bien, el techo impecable, las tuberías sin fugas. Entonces, ¿qué ocurre? Es un misterio. Nadie parece saber qué está pasando.
En Humesec, aunque ya hemos visto muchas situaciones peculiares a lo largo de los años, esta fue especialmente intrigante. Al no hallar una causa aparente, decidimos mirar donde nadie más había mirado: ¡bajo la casa! ¿Y qué descubrimos allí? Un depósito de agua antiguo, sellado hace décadas, del que los propietarios ni siquiera sabían que existía. El agua se filtraba poco a poco a través de pequeñas fisuras en el depósito, causando humedades y daños. ¡Quién lo hubiera imaginado!
Vaya sorpresa se llevaron los propietarios. Se trataba de una casa antigua de la que no se conservaban los planos. Afortunadamente, conseguimos sellar las fisuras, y quién sabe, tal vez en el futuro puedan darle algún uso al depósito.
