La evolución del moho en una superficie, como una pared con humedad, sigue una serie de fases:
Fase1: Reproducción y liberación de esporas: En su etapa avanzada, el moho produce más esporas, que se liberan al ambiente, propagándose a otras zonas y reiniciando el ciclo en otras áreas con humedad.
Fase 2: Latencia de esporas: Las esporas de moho están presentes en el aire en un estado inactivo, esperando las condiciones adecuadas para crecer. Este estado puede durar mucho tiempo, ya que las esporas son muy resistentes.
Fase 3: Activación por humedad: Cuando las esporas encuentran una superficie húmeda, se «activan». La humedad actúa como un catalizador, proporcionando el ambiente propicio para que las esporas empiecen a germinar y crecer.
Fase 4: Adherencia y germinación: Las esporas se adhieren a la superficie y comienzan a germinar, formando hifas (filamentos finos) que se extienden en busca de nutrientes en el material de la superficie.
Fase 5: Formación de micelio: Las hifas crecen y se ramifican, formando una red llamada micelio. El micelio es visible como pequeñas manchas o velos blancos, que luego cambian de color a tonos oscuros (negro, verde o marrón) a medida que se desarrollan.
Fase 6: Colonización y crecimiento visible: El moho madura y se expande, volviéndose visible. En esta fase, el moho se presenta como manchas o parches y se extiende rápidamente si las condiciones de humedad se mantienen.
Para evitar esta evolución es necesario eliminar la fuente de humedad efectuando un tratamiento específico determinado por las condiciones estructurales y el tipo de humedad al que nos enfrentamos.