
La corrosión metálica causada por la humedad es un problema común y preocupante que afecta significativamente a estructuras y objetos cotidianos. Comprender cómo ocurre este fenómeno es clave para su prevención y manejo.
¿Qué ocurre exactamente cuando los metales se humedecen?
La humedad actúa como un medio facilitador para que se produzcan reacciones químicas y electroquímicas. La presencia de agua y oxígeno permite que los metales sufran procesos oxidativos, debilitándolos gradualmente y generando daños estructurales y funcionales.
Tipos comunes de corrosión relacionados con la humedad:
1. Corrosión atmosférica
- Qué es: Es la forma más habitual de corrosión. Ocurre cuando los metales están expuestos directamente al aire húmedo.
- Ejemplo en casa: Oxidación de barandillas o rejas en exteriores, sobre todo en zonas costeras o lluviosas.
- Explicación científica:
En presencia de oxígeno y humedad, se produce una reacción redox. El hierro (Fe) se oxida formando óxido férrico (Fe₂O₃·nH₂O), el característico «óxido» o herrumbre. El agua actúa como electrolito, facilitando el movimiento de electrones que acelera el proceso.

2. Corrosión galvánica
- Qué es: Ocurre cuando dos metales distintos están en contacto eléctrico y existe humedad o un líquido conductor entre ellos.
- Ejemplo en casa: Conexiones entre tuberías de cobre y acero sin aislante intermedio.
- Explicación científica:
Se establece una pila galvánica: el metal menos noble (más electropositivo) actúa como ánodo y se corroe, mientras que el más noble actúa como cátodo. El agua actúa como electrolito y permite el flujo de electrones del ánodo al cátodo.

3. Corrosión por «picadura» (pitting)
- Qué es: Da lugar a pequeños agujeros que perforan el metal. Es insidiosa porque puede dañar estructuras sin que haya una gran pérdida de masa aparente.
- Ejemplo en casa: Acumulaciones de óxido en calentadores de agua o fregaderos de acero inoxidable.
- Explicación científica:
Comienza con una ruptura localizada de la capa pasiva (protectora) del metal, muchas veces por cloruros (como los del agua corriente o salina). Una vez iniciada, la picadura actúa como ánodo, mientras el resto del metal es catódico, creando una célula de corrosión autocontenida y muy agresiva.

4. Corrosión bajo tensión
Qué es: Aparece cuando un metal está sometido a una carga mecánica constante en un entorno corrosivo.
- Ejemplo en casa: Elementos estructurales metálicos en sótanos húmedos que sufren deformaciones o grietas.
- Explicación científica:
Las tensiones residuales o externas provocan microfisuras. Si el ambiente contiene agentes como cloruros o amoníaco, esas fisuras crecen por una combinación de ataque químico y propagación mecánica, generando fallos frágiles.

Metales más afectados por la humedad:
- Hierro: Produce óxido rojo, conocido comúnmente como herrumbre.
- Cobre: Genera una pátina verde que, aunque estéticamente apreciada en algunos contextos históricos, implica daño estructural.
- Aluminio: Desarrolla una capa blanca de óxido que puede comprometer su resistencia y apariencia.
Consecuencias reales de la corrosión:
- Riesgos estructurales graves en viviendas y edificios.
- Problemas operativos en sistemas eléctricos y electrónicos.
- Costes elevados en reparaciones y mantenimiento, además de pérdidas en el valor de la propiedad.
¿Cómo prevenir la corrosión por humedad?
- Mantén controlada la humedad ambiental mediante ventilación eficiente y aislamiento térmico adecuado.
- Aplica regularmente tratamientos protectores específicos en superficies metálicas.
- Realiza inspecciones periódicas para identificar y corregir tempranamente posibles daños.
La prevención efectiva comienza por conocer cómo se manifiesta cada tipo de corrosión y dónde buscarla. Proteger tus estructuras metálicas de la humedad no solo evita pérdidas económicas sino que también asegura seguridad y durabilidad.