
El moho no solo afecta el sistema respiratorio, sino que también puede provocar problemas oculares. Esto ocurre porque las esporas de moho y las micotoxinas que liberan son partículas diminutas que flotan en el aire y pueden entrar en contacto directo con los ojos, causando irritación y respuestas alérgicas.
Síntomas oculares causados por el moho
Cuando los ojos se exponen a las esporas de moho, pueden presentar síntomas similares a los de una conjuntivitis alérgica, tales como:
- Enrojecimiento: La irritación ocular es uno de los primeros signos. Los ojos pueden volverse rojos debido a la inflamación de los vasos sanguíneos en la conjuntiva.
- Lagrimeo excesivo: Los ojos reaccionan a la presencia de irritantes produciendo más lágrimas para tratar de eliminarlos.
- Picazón y sensación de ardor: Las esporas del moho pueden generar una respuesta inflamatoria en la superficie del ojo, provocando una molesta sensación de escozor o picazón.
- Sensibilidad a la luz: Algunas personas experimentan fotofobia, es decir, una mayor sensibilidad a la luz que puede causar molestias en entornos brillantes.
- Visión borrosa: En casos más intensos, la inflamación ocular puede generar una ligera distorsión en la visión, haciéndola menos nítida.
¿Quiénes son más propensos a sufrir irritación ocular por moho?
- Personas con alergias estacionales: Aquellos que ya tienen sensibilidad a otros alérgenos, como el polen o los ácaros del polvo, suelen reaccionar con mayor intensidad al moho.
- Personas con ojos secos: La falta de lubricación ocular hace que los ojos sean más susceptibles a la irritación causada por agentes externos.
- Usuarios de lentes de contacto: Las esporas pueden adherirse a los lentes de contacto y prolongar la exposición al moho, aumentando la irritación.
- Personas inmunodeprimidas: En casos extremos, ciertos tipos de moho pueden causar infecciones oculares en personas con sistemas inmunológicos debilitados.
¿Cómo proteger los ojos del moho?
- Mantener la humedad controlada: Utilizar sistemas adecuados, como los ofrecidos por Humesec, ayuda a mantener la humedad regulada, previniendo la proliferación del moho.
- Evitar productos antifúngicos quíimicos: Se recomienda evitar productos antifúngicos químicos, ya que pueden ser perjudiciales para la salud al liberar compuestos tóxicos en el ambiente.
- Evitar frotarse los ojos: Si se siente irritación, es mejor lavarlos con agua o usar lágrimas artificiales en lugar de frotarlos, ya que esto puede empeorar la inflamación.
Evitar la exposición prolongada al moho no solo protege la salud ocular, sino que también contribuye a un mejor bienestar general en el hogar.