El moho es un hongo que crece en todas las superficies. Las esporas se encuentran tanto en interiores como en exteriores y prosperan cuando hay humedad. No solo puede causar complicaciones de salud, sino que también emite un olor fuerte y desagradable.
¿Olvidaste tu ropa en tu lavadora? ¿Quizás dejaste una toalla mojada en una bolsa cerrada o doblaste una camiseta húmeda en tu armario? El moho se expande a la menor oportunidad y deshacerse del olor y del organismo en crecimiento requiere algunos trucos.
Afortunadamente, en Humesec contamos con soluciones profesionales que te ayudarán a eliminar el problema del moho en la ropa y en todo el hogar de forma definitiva. Lo ideal es diagnosticar y tratar el problema de humedad de raíz, pero mientras tanto te damos algunos trucos que puedes emplear para limpiar el moho de la ropa.
Reconociendo los síntomas del moho
El olor fuerte y fétido característico del moho es generalmente el indicador más evidente de que los estos habitantes diminutos se han apoderado de la ropa. Sin embargo, hay algunos otros síntomas que te permitirán advertir la presencia de moho en la ropa:
- Manchas: aunque el moho suele ser verde o negro, algunas esporas pueden mostrar un color rojo o naranja. El color del moho depende principalmente de la fuente de nutrientes, la región o la edad del moho.
- Alergias: estornudos, secreción nasal y picazón en los ojos al ponerse la ropa también pueden ser una señal de presencia de invasores extranjeros.
- Erupción cutánea: puede producirse una reacción en la piel cuando entra en contacto directo con ropa mohosa.
¿Por qué quitar el moho en la ropa?
Aunque el olor a moho sí mismo es generalmente lo suficientemente motivador para actuar cuando las esporas solo están presentes en pequeñas cantidades, es posible que el olor no sea tan fuerte. En este caso puede resultar tentador ignorar su presencia y retrasar una solución profesional.
¿Por qué actuar cuanto antes ante síntomas de moho en la ropa?
Evita complicaciones de salud por el moho
La forma en que el moho nos afecta varia de unas personas a otras. Mientras que unos podemos sufrir reacciones alérgicas, graves, asma o afecciones respiratorias, otros podemos resultar asintomáticos. En cualquier caso y según la Organización Mundial de la Salud la exposición prolongada al moho es perjudicial para la salud.
Los estudios han demostrado que los niños pequeños tienen mayor riesgo de desarrollar asma antes de los 7 años cuando están expuestos al moho y a ambientes húmedos.
Evita la expansión del moho
Podrías pensar que el crecimiento de moho en las prendas de ropa es un problema localizado, sin embargo, la realidad es que las esporas se propagan por el aire más rápido y más lejos de que se cree. Por lo tanto es fundamental regular los niveles de humedad en el hogar tan rápido como se detecte su aparición para evitar que se propague a otras zonas de la casa.
Mantén la ropa en buen estado
El moho no huele mal y resulta desagradable a la vista y al tacto, degrada las fibras de los tejidos, las telas se debilitan y los colores se desvanecen.
Cómo quitar el moho de la ropa
Lavado a máquina
Si la infestación no está fuera de control, lavar y secar la ropa puede ser suficiente. La mayoría de las especies de hongos mueren cuando se lavan en agua a más de 60 ºC.
- Separa la ropa infectada: No mezcles prendas de ropa enmohecidas con otras limpias.
- Selecciona el modo más caliente: El agua fría o tibia no afectará al moho.
- Utiliza detergente fungicida: Suele servir el detergente empleado de forma habitual en combinación con un producto desinfectante o vinagre si se trata de ropa de color, o lejía si se trata de ropa blanca.
- Seca tu ropa al Sol: La radicación ultravioleta de la luz solar tiene una potente acción fungicida. Si es posible, cuelga tu ropa mojada afuera, bajo la luz solar directa.
Importante: Una vez terminado el ciclo de lavado tiende la ropa mojada inmediatamente.
Advertencia: Si el olor persiste después del lavado, no seques la ropa; las esporas todavía están presentes. Impregna la ropa con una solución de vinagre o bicarbonato durante 20 minutos y vuelve a lavarla.
Lavado a mano
Si solo tienes una prenda o toalla para lavar, un balde grande de agua caliente podría ser suficiente.
- Vierte agua caliente en el lavabo o en un cubo.
- Agrega detergente en combinación con una solución de vinagre o bicarbonato. Si se trata de ropa blanca, puedes añadir un chorro de lejía.
- Coloca la tela en el interior del cubo y déjala al menos 20 minutos en remojo.
- Enjuágala y sécala siguiendo las mismas instrucciones que para el lavado a máquina.
Limpieza en seco
Si las prendas sólo se pueden lavar en seco, utiliza un cepillo suave para eliminar la mayor cantidad de esporas de moho posibles. Recuerda protegerte los ojos con unas gafas y utiliza una mascarilla. Realiza este proceso en el exterior de la casa si es posible para evitar que se propaguen las esporas a otras zonas. Coloca la ropa en una bolsa de plástico cerrada y llévala a la tintorería. Asegúrate de informarles del problema de moho y de indicar si es necesario la localización de las manchas de moho.
Cómo prevenir el moho en la ropa
Secar la ropa rápidamente
No dejes la ropa mojada en la lavadora una vez terminado el ciclo de lavado. Tiéndela de inmediato y sécala al aire libre o en una secadora ya que cuanto más tiempo permanezca húmeda es más probable que crezca moho.
Mantén los niveles de humedad controlados
Si la ropa mohosa es un problema recurrente en el hogar, seguramente se deba a unos niveles de humedad elevados consecuencia de una patología estructural del edificio. Este tipo de patologías se agrupan en tres categorías: humedad por condensación, capilaridad o humedad ascendente y filtraciones de agua. En este caso es necesaria la ayuda profesional para diagnosticar el origen de la humedad y tratarlo.
