Según estudios publicados en España y recogidos en revisiones europeas, los niños que viven en hogares con humedad visible o moho tienen entre un 30 % y un 50 % más de probabilidad de desarrollar síntomas de asma o rinitis alérgica en comparación con aquellos que viven en viviendas sin problemas de humedad.
El mecanismo es doble:
- Exposición a esporas fúngicas y micotoxinas, que actúan como irritantes y desencadenan respuestas alérgicas.
- Aumento de ácaros del polvo, que proliferan mejor en ambientes húmedos, potenciando aún más la respuesta alérgica.
En España, el proyecto HITEA (en el que participaron el Instituto de Salud Global de Barcelona y otras entidades) confirmó que en escuelas y hogares con humedad/moho se elevaban significativamente los casos de tos persistente, sibilancias y crisis asmáticas en escolares.
